
Para crear este efecto, la banda se apoya en la dualidad vocal de Christian Alvestam, capaz de combinar voces estilo death metal con voces limpias y melódicas, en una línea similar a grupos como Into Eternity, Tracedawn o Vintersorg.
Así, potentes bases de guitarra y doble bombo que por momentos rayan el thrash, dejan paso a logradas melodías y estribillos pegadizos, como si se abriera la luz de entre la oscuridad...
A pesar de que el concepto musical no se fundamenta en el virtuosismo, no se puede dejar de destacar el alucinante trabajo solista de Per Nilsson a la guitarra, con fraseos imposibles llenos de fantasía y sofisticación que ya justificarían el disco por sí solos.
Tienen tres trabajos oficiales, su esperanzador debut en Symmetric In Design (2005) (**) fue incluso superado por su segunda obra Pitch Black Progress (2006) (***). En ambos trabajos explotan a fondo su fórmula característica: temas de no muy larga duración, riffs martilleantes con suaves ambientaciones de teclado y estribillos con muchísimo gancho melódico. Y con todo ello, una sorprendente simplicidad compositiva, ya que la estructura de los temas es muy convencional.
La misma fórmula es la que rige el último trabajo del grupo, Holographic Universe (2008) (*), pero en este caso falla la creatividad melódica: parecen haber perdido la inspiración. Al margen de los problemas internos que pueda tener el grupo, que ya ha anunciado la marcha de su vocalista, el hecho es que su nuevo álbum no está a la altura del anterior Pitch Black Progress. Una lástima para una de las bandas más interesantes que han aparecido últimamente en el panorama metal, si bien tal vez el cambio de cantante pueda reactivar la inspiración perdida. No será fácil sustituir al solvente Christian Alvestam, pero vale mucho la pena continuar con el proyecto.
Veremos.
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*** Muy Bueno ** Bueno * Interesante E Escuchable F Flojo