A continuación, mis consideraciones a primer golpe de oído sobre algunos álbums que he escuchado en fechas recientes, invito a escucharlos con mayor detenimiento que el que yo les he dedicado para encontrar mejores virtudes:
COMMUNIC -The Bottom Deep (2011)
La primera impresión es que se parece mucho al anterior Payment Of Existence (2008), sobretodo en los defectos: las melodías parecen poco trabajadas y los riffs demasiado simples. Aún tengo fe en esta banda gracias a su magnífico Waves Of Visual Decay (2006), pero en los dos últimos álbums no exhiben su verdadero potencial. Aún así, su música tiene algo de especial, con esas cadencias potentes de guitarra y esa voz mezcla de Warrel Dane, Kai Hansen y Rob Halford.
INDUKTI - Idmen (2009)
El segundo álbum oficial de esta banda instrumental gira hacia un sonido más psicodélico y a ratos ecléctico, aunque quizás excesivamente redundante rítmicamente y sin los clímaxs del anterior trabajo, el extraordinario Susar (2004). Abandona el camino "progresivo" de sus inicios hacia un tono más ambiguo, en una línea que recuerda vagamente a los Dyshrhitmia, pero en mi opinión es más monótono. No es un álbum accesible y probablemente requiere tiempo para digerirlo.
HOURGLASS - Oblivious To The Obvious (2009)
Es el primer álbum que escuché de la banda, la primera impresión es que se trata de metal progresivo puro, con un gran protagonismo instrumental y constantes cambios rítmicos. Son temas largos y llenos de contenido melódico, aunque falta intensidad y emoción melódica: el sonido es demasiado lineal. La producción es muy mejorable, sobretodo en el sonido de guitarra, que suena un poco "amateur", por el contrario el vocalista exhibe un registro vocal notable. La banda gustará probablemente a seguidores de bandas como Redemption, Fates Warning o los primeros Mindflow, aunque no aporta nada nuevo a este género musical.
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*** Muy Bueno ** Bueno * Interesante E Escuchable F Flojo
lunes, 31 de octubre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
Vanden Plas 2010

Satisfactorio regreso de esta elegante banda de metal progresivo alemán, que nos hizo esperar cuatro años desde esa joya llamada Christ 0 (2006).
The Seraphic Clockwork (2010) (**), que es también un gran trabajo, parece una continuación del anterior álbum, la banda mantiene su estilo propio y la madurez musical exhibida en los trabajos más recientes se plasma también aquí en 9 magníficos temas con un tono semi-oscuro, melodías con buen gancho y pasajes instrumentales interesantes.
El álbum, aun siendo musicalmente previsible para cualquier seguidor de la banda, es otro buen ejercicio de metal progresivo ligero por parte de esta veterana y fiable banda.
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*** Muy Bueno ** Bueno * Interesante E Escuchable F Flojo
lunes, 10 de octubre de 2011
Dream Theater: segunda etapa
Ahora que acaban de lanzar su duodécimo trabajo A Dramatic Turn Of Events, me interesa comentar los álbums de la que podemos considerar segunda etapa de la banda: desde 2003 (aunque habrá quien quiera contar desde 2002 con Six Degrees Of Inner Turbulence). Esta segunda etapa se caracteriza por un cambio estilístico hacia un sonido menos "progresivo" y más "metalero".
Train Of Thought (2003)

Es un álbum directo y enérgico, plenamente orientado al riff de guitarra aun a costa de una mayor profundidad compositiva y por tanto puede parecer algo superficial y menos elaborado que otros trabajos.
La línea del álbum queda patente en su primer tema, la simplista pero efectiva As I Am, donde voz y teclado asumen un papel secundario en beneficio de un espíritu más rockero. Sin una gran elaboración pero efectivas y resultonas son también This Dying Soul y la instrumental Stream Of Consciousness, dejando a la sutil Vacant el único pasaje tranquilo del álbum. Endless Sacrifice y Honor Thy Father contienen algunos de los mejores momentos: la segunda mitad del tema Endless Sacrifice está formada por una soberbia fase instrumental y final épico; el inicio de Honor Thy Father es rompedor y memorable, así como algunos de sus riffs. In The Name Of God es evocadora y posiblemente el tema más logrado e interesante del álbum.
Es un álbum donde la inspiración se sustituye por el poderío sonoro, donde los teclados y la voz ceden el protagonismo a guitarra y batería, donde las referencias a otros artistas se notan más que nunca, donde los solos de guitarra pierden detallismo en beneficio del desenfreno y, en definitiva, donde la banda consigue su objetivo: hacer un buen trabajo de rock sin contemplaciones.
Octavarium (2005)

Es un álbum oscuro, con muchos pasajes lentos y reflexivos pero suena algo discontinuo y deslabazado porque sus muchos contrapuntos desconciertan.
La apertura con The Root Of All Evil parece un retorno a Train Of Thought con su tono rockero y hasta convencional, posiblemente sea el tema más duro junto con la arrolladora Panic Attack, llena de fuerza y buen riff. El resto del álbum es de tono más suave, salvo algunos pasajes instrumentales: The Answer Lies Within es la típica balada de la banda, bien hecha pero repetitiva y endulzada, These Walls parece claramente orientada al gran público, y I Walk Beside You es un experimento blando y apenas rockero que no parece propio de la banda. Never Enough se queda a medio camino de todo: quiere explorar nuevas direcciones pero no encaja demasiado en el conjunto. Lo mejor del álbum está al final: Sacrified Sons es un brillante “in crescendo” donde la parte lenta explota en un final apoteósico. A continuación, el tema-título Octavarium es un mega-tema de 24 minutos con un largo e interesante desarrollo acústico y una espectacular fase instrumental, su único problema es que junto a Sacrified Sons acumulan pausas acústicas demasiado largas que pueden resultar algo monótonas.
Se trata de un álbum de extremos, posiblemente difícil de digerir, y cuyos pasajes geniales (que los hay) quedan eclipsados por una muy cuestionable elección de los temas.
Systematic Chaos (2007)

Es un álbum guitarrero, uno de los más contundentes de la banda, construido desde la rítmica y el riff aunque con varias caras, muestra destellos metal-progresivos interesantes y algún detalle melódico de los de antaño.
El álbum retoma la fuerza de Train Of Thought (casi olvidada en Octavarium) con temas tan poderosos como Constant Motion y The Dark Eternal Night, suaviza el tono la muy accesible Forsaken (destinada al nuevo público) y no convence la aventura pseudo-melódica Prophets Of War, como ya pasó con otros experimentos anteriores. The Ministry of Souls utiliza una vez más la fórmula “lenta con parte instrumental metalera”, un poco repetitiva después de sobreexplotarla en Octavarium, y los momentos más sublimes del álbum son para el doble tema de apertura y cierre In The Presence Of Enemies. La apertura (Parte I) es un tema multirrítmico, con una intro instrumental y un desarrollo vocal interesante y bastante “progresivo”; el cierre (Parte II) es una composición de casi 17 minutos, donde la banda reencuentra la épica y la esencia de su sonido aun sin perder la contundencia de los últimos años.
En definitiva es un álbum donde la falta de lírica y fantasía se sustituye por el efectismo sonoro de un predominante Portnoy en la batería y sobretodo de un omnipresente Petrucci que despliega riffs atronadores y espectaculares en la guitarra.
Black Clouds and Silver Linings (2009)

Es un álbum compacto y homogéneo, a ratos explosivo aunque no excesivamente creativo, los temas son largos y suenan consistentes, y por fin se juntan de un modo natural melodía y fuerza guitarrera.
A Nightmare To Remember es una apertura convincente, que anticipa el tono general del disco: riffs potentes, diversidad de ambientes y clímax melódico. En esta línea están también The Shattered Fortress, con reminiscencias a Metallica y un descomunal solo de Petrucci (y no es el único), y el cierre del álbum The Count Of Tuscany, tema de 19 minutos con diversos pasajes algunos de los cuales recuerdan mucho a los Rush. Dignísimo homenaje a los Rush es también The Best Of Times, el tema más “progresivo” del álbum, A Rite Of Passage es más riffero y recuerda a los trabajos más recientes, y Wither es la clásica balada de la banda, impecable pero una más entre muchas.
Aunque las composiciones suenan a algo ya escuchado anteriormente (de los propios Dream Theater, de Liquid Tension y de otras influencias de la banda), lo cual resta originalidad, también es cierto que el trabajo tiene buenas dosis de todo y es más fluído que los dos anteriores. Es un gran álbum de “metal” y un muy correcto álbum de “prog metal”, que nos recuerda en algunas cosas al Six Degrees Of Inner Turbulence.
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Train Of Thought (2003)

Es un álbum directo y enérgico, plenamente orientado al riff de guitarra aun a costa de una mayor profundidad compositiva y por tanto puede parecer algo superficial y menos elaborado que otros trabajos.
La línea del álbum queda patente en su primer tema, la simplista pero efectiva As I Am, donde voz y teclado asumen un papel secundario en beneficio de un espíritu más rockero. Sin una gran elaboración pero efectivas y resultonas son también This Dying Soul y la instrumental Stream Of Consciousness, dejando a la sutil Vacant el único pasaje tranquilo del álbum. Endless Sacrifice y Honor Thy Father contienen algunos de los mejores momentos: la segunda mitad del tema Endless Sacrifice está formada por una soberbia fase instrumental y final épico; el inicio de Honor Thy Father es rompedor y memorable, así como algunos de sus riffs. In The Name Of God es evocadora y posiblemente el tema más logrado e interesante del álbum.
Es un álbum donde la inspiración se sustituye por el poderío sonoro, donde los teclados y la voz ceden el protagonismo a guitarra y batería, donde las referencias a otros artistas se notan más que nunca, donde los solos de guitarra pierden detallismo en beneficio del desenfreno y, en definitiva, donde la banda consigue su objetivo: hacer un buen trabajo de rock sin contemplaciones.
Octavarium (2005)

Es un álbum oscuro, con muchos pasajes lentos y reflexivos pero suena algo discontinuo y deslabazado porque sus muchos contrapuntos desconciertan.
La apertura con The Root Of All Evil parece un retorno a Train Of Thought con su tono rockero y hasta convencional, posiblemente sea el tema más duro junto con la arrolladora Panic Attack, llena de fuerza y buen riff. El resto del álbum es de tono más suave, salvo algunos pasajes instrumentales: The Answer Lies Within es la típica balada de la banda, bien hecha pero repetitiva y endulzada, These Walls parece claramente orientada al gran público, y I Walk Beside You es un experimento blando y apenas rockero que no parece propio de la banda. Never Enough se queda a medio camino de todo: quiere explorar nuevas direcciones pero no encaja demasiado en el conjunto. Lo mejor del álbum está al final: Sacrified Sons es un brillante “in crescendo” donde la parte lenta explota en un final apoteósico. A continuación, el tema-título Octavarium es un mega-tema de 24 minutos con un largo e interesante desarrollo acústico y una espectacular fase instrumental, su único problema es que junto a Sacrified Sons acumulan pausas acústicas demasiado largas que pueden resultar algo monótonas.
Se trata de un álbum de extremos, posiblemente difícil de digerir, y cuyos pasajes geniales (que los hay) quedan eclipsados por una muy cuestionable elección de los temas.
Systematic Chaos (2007)

Es un álbum guitarrero, uno de los más contundentes de la banda, construido desde la rítmica y el riff aunque con varias caras, muestra destellos metal-progresivos interesantes y algún detalle melódico de los de antaño.
El álbum retoma la fuerza de Train Of Thought (casi olvidada en Octavarium) con temas tan poderosos como Constant Motion y The Dark Eternal Night, suaviza el tono la muy accesible Forsaken (destinada al nuevo público) y no convence la aventura pseudo-melódica Prophets Of War, como ya pasó con otros experimentos anteriores. The Ministry of Souls utiliza una vez más la fórmula “lenta con parte instrumental metalera”, un poco repetitiva después de sobreexplotarla en Octavarium, y los momentos más sublimes del álbum son para el doble tema de apertura y cierre In The Presence Of Enemies. La apertura (Parte I) es un tema multirrítmico, con una intro instrumental y un desarrollo vocal interesante y bastante “progresivo”; el cierre (Parte II) es una composición de casi 17 minutos, donde la banda reencuentra la épica y la esencia de su sonido aun sin perder la contundencia de los últimos años.
En definitiva es un álbum donde la falta de lírica y fantasía se sustituye por el efectismo sonoro de un predominante Portnoy en la batería y sobretodo de un omnipresente Petrucci que despliega riffs atronadores y espectaculares en la guitarra.
Black Clouds and Silver Linings (2009)

Es un álbum compacto y homogéneo, a ratos explosivo aunque no excesivamente creativo, los temas son largos y suenan consistentes, y por fin se juntan de un modo natural melodía y fuerza guitarrera.
A Nightmare To Remember es una apertura convincente, que anticipa el tono general del disco: riffs potentes, diversidad de ambientes y clímax melódico. En esta línea están también The Shattered Fortress, con reminiscencias a Metallica y un descomunal solo de Petrucci (y no es el único), y el cierre del álbum The Count Of Tuscany, tema de 19 minutos con diversos pasajes algunos de los cuales recuerdan mucho a los Rush. Dignísimo homenaje a los Rush es también The Best Of Times, el tema más “progresivo” del álbum, A Rite Of Passage es más riffero y recuerda a los trabajos más recientes, y Wither es la clásica balada de la banda, impecable pero una más entre muchas.
Aunque las composiciones suenan a algo ya escuchado anteriormente (de los propios Dream Theater, de Liquid Tension y de otras influencias de la banda), lo cual resta originalidad, también es cierto que el trabajo tiene buenas dosis de todo y es más fluído que los dos anteriores. Es un gran álbum de “metal” y un muy correcto álbum de “prog metal”, que nos recuerda en algunas cosas al Six Degrees Of Inner Turbulence.
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domingo, 12 de junio de 2011
Darkwater

El esperadísimo segundo álbum de DARKWATER, banda que sorprendió hace 4 años con la obra maestra Calling The Earth To Witness (2007), llegó a finales del año pasado bajo el nombre Where Stories End (2010)(**), y no decepciona aunque tampoco iguala a su trabajo anterior. El álbum mantiene la magia melódica de la banda, aunque su sonido es menos oscuro y bastante más accesible que su antecesor. Lo que más destaca es el gancho de sus estribillos, la producción es cuidada y, aunque no tiene tantos detalles interesantes como el anterior, se nota un álbum trabajado. Su único problema es la comparación con el trabajo anterior...
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Myrath

Excelente progresión de esta buenísima banda original de Tunisia, llamada MYRATH, que se inició con una fuerte influencia de Symphony X pero parece haber encontrado su propio sonido.
En su primer trabajo oficial, Hope (2007) (**), las referencias a la banda de Russell Allen y Michael Romeo eran omnipresentes, aunque hay que reconocer que el álbum podría ser digno de la discografía de los Symphony X ya que la ejecución técnica es soberbia: en la guitarra, Malek Ben Arbia haría sombra al mismísimo Mr. Romeo, y el vocalista Zaher Zorgati tiene un timbre de voz muy parecido al de Russell Allen, aun salvando las distancias con el posiblemente mejor cantante del metal actual. El álbum no es muy original en la composición, aunque los temas conectan a la perfección, y tienen contundencia y melodía.
En el segundo y último trabajo oficial hasta la fecha, Desert Call (2010) (***), la banda da un salto de calidad en lo que respecta a la composición: aunque el sonido y algunos riffs aún recuerdan a Symphony X, los temas tienen mayor personalidad musical y la voz de Zorgati se aleja un poco de la influencia de Allen, añadiendo detalles arábigos que dan un toque de distinción al proyecto. Se echa en falta mayor presencia solista del virtuoso Ben Arbia, aunque lo compensa la mejor creación melódica, así como la impecable calidad de sonido. Un álbum sin fisuras, bien compuesto y totalmente aconsejable.
Ante el agotamiento que parece estar sufriendo el subgénero de progmetal neoclásico formado por bandas como Symphony X o Adagio, se agradece ver nuevos grupos con material interesante, como es el caso de los Myrath.
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viernes, 20 de mayo de 2011
Riverside

La banda polaca mantiene sus estándares en el notable álbum Anno Domini Hig Definition (2009) (***), que está perfectamente a la altura de sus trabajos anteriores (ya los comenté en este blog). De poca duración, el trabajo deja un magnífico sabor de boca y se hace corto por la calidad de sus composiciones. Son temas en general por encima de los 7 minutos, en los que se manifiestan los habituales cambios de ritmo y de ambiente característicos de la banda, fusionando excelentes riffs de corte progresivo y atmósferas evocadoras para lograr mantener lo que es hoy en día esta formación: una de las banderas del metal progresivo actual.
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lunes, 24 de enero de 2011
Vuelve la fiera

La espera se ha hecho larga para oír algo nuevo de los NEVERMORE desde el buenísimo This Godless Endeavor (2005).
The Obsidian Conspiracy (2010) no es tan brillante como el anterior trabajo, sobretodo en la construcción de las melodías, aunque destaca una vez más por los riffs de la "fiera" Jeff Loomis (cuyo álbum en solitario ya comenté en abril de 2009). Curiosamente, en este álbum Loomis no se ha prodigado tanto en su faceta solista, en la cual es uno de los mayores virtuosos del metal actual.
El riff imposible en la apertura The Termination Proclamation, el magnetismo vocal de Warrel Dane en Emptiness Unobstructed o la potencia semi-thrash de The Obsidian Conspiracy son algunos de los momentos más logrados del álbum.
¿Ha valido la pena la espera? Posiblemente sí: aunque no supera trabajos anteriores, hay que reconocer que el sonido Nevermore sigue siendo único en el panorama metal actual, especialmente para los que quieren escuchar buen metal muy potente sin voces "death".
Long live Jeff Loomis...
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