Luz y tragedia

Impetuosos y salvajes, INTO ETERNITY son al mismo tiempo una banda con extraordinaria habilidad melódica.

Igual que bandas como Scar Symmetry, Tracedawn, Vintersörg o los precursores Soilwork, los canadienses combinan voces death con voces limpias para potenciar el contraste entre contundencia y melodía, si bien se diferencian en el tipo de voces limpias, agudas y de alto registro.

Y es difícil encontrar en el metal actual una banda capaz de fusionar acertadamente la ferocidad metalera con la inspiración melódica, y hacerlo además con buenas dosis de virtuosismo. Ellos lo consiguen.

Tras su primer intento autoproducido, Into Eternity (2000), la verdadera andadura del grupo empieza en Dead Or Dreaming (2002) (**), un buen album aún con predominante componente melódico y una intensidad metalera bastante moderada comparada con la de los álbums posteriores.

Buried In Oblivion (2004) (***) representa el primer trabajo verdaderamente potente, con aproximaciones al death pero también soberbias melodías y una destacable calidad vocal.

En The Scattering Of Ashes (2006) (**) se incorpora el vocalista Stu Block, capaz del aullido más desgarrado como del vibrato más cristalino. Junto a él, aumenta la tecnicidad instrumental y los excesos metaleros, combinando con estribillos supermelódicos que incluso pueden llegar a sonar demasiado accesibles.

The Incurable Tragedy (2008) (***) es posiblemente la culminación de la banda, un auténtico desgarro melódico con deslumbrante virtuosismo instrumental y vocal (los vibratos de Stu Block harían estremecer al mismísimo Rob Halford). Los habituales interludios acústicos intensifican el dramatismo melódico de las composiciones, dando paso a una tormenta de feroces riffs.

En los tiempos actuales del metal, hay que valorar especialmente a bandas como INTO ETERNITY porque aportan algo más que simple guitarreo monótono y sin sentido, y contribuyen a la evolución del género.

Que siga la fiesta...


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Tres decepciones

Vaya por delante que lo que hace PAIN OF SALVATION, suele hacerlo bien. El último trabajo Road Salt One (2010) es un ejemplo de ello para quien guste del sonido rock setentero con buenas dosis blues y jazz. El álbum trata de plasmar distintas influencias musicales bajo el característico tono melancólico-enigmático de la banda, con la siempre ecléctica actuación vocal del alma del grupo, Daniel Gildenlow. Los temas rondan en una atmósfera tranquila donde destaca especialmente la buenísima Curiosity. No obstante, para los que admiramos con devoción su etapa progmetal anterior, este trabajo no hace sinó confirmar el cambio de dirección apuntado en sus precedentes Lineoleum (2009) y Scarsick (2007). Inveitablemente, se echan de menos los viejos Pain Of Salvation.




No es realmente una decepción el lanzamiento del genial Arjen A. Lucassen en 2009, bajo el proyecto GUILT MACHINE, llamado On This Perfect Day (2009). No se trata de calcar el sonido de sus otros proyectos-banda más exitosos, Ayreon y Star One, pero sí es cierto que el trabajo promete más de lo que da. Con una producción como siempre bien cuidada, el álbum tiene una cadencia reposada, casi ambiental, aunque se turnan pasajes acústicos con riffs guitarreros más contundentes en esos característicos "in crescendos" que da Lucassen a sus composiciones. Detalles logrados como la melodía instrumental de Perfection?, pero al final, además de una cierta monotonía musical, queda una sensación de que le falta "algo" para ser un gran álbum.






Después de tanto tiempo sin grabar en solitario, tenía mucha curiosidad por ver cómo sería la continuación de los dos álbums instrumentales que el semidesconocido BORISLAV MITIC sacó a finales de los 90. El virtuoso guitarrista se destacó en el metal neoclásico instrumental, con influencias de los Becker, Malmsteen y compañía, aunque su buen gusto y variedad de técnicas le granjearon una cierta relevancia entre los fans del género. Después de casi una década, The Absolute (2009) significa una regresión al pasado aunque sin aportar nada nuevo o diferente. Técnicamente, Mitic se muestra cualificado pero muy estancado en sus fraseos y demasiado reiterativo. Aun siendo fiel a su sonido, el álbum queda demasiado desfasado incluso para un género con poca evolución, como el del metal neoclásico.




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Cruzando puertas

El sonido de ANUBIS GATE se distingue por sus melodías peculiares, cercanas al estilo de Pagan's Mind, después de una firme evolución tras cuatro álbums.

Sus voces ultra agudas fluyen sobre bases de guitarra a veces trabadas, siempre bajo un cierto ambiente de oscuridad compositiva. Se trata de un metal progresivo no excesivamente contundente, donde a menudo destacan los elaborados arreglos de guitarra de Jesper M. Jensen y la potencia vocal de sus vocalistas (Torben Askholm en la primera etapa, y sobretodo Jacon Hansen en la segunda).

Su primer álbum Purification (2004), es posiblemente el más oscuro y menos accesible. El trabajo suena diferente, aunque tiene bastantes lagunas compositivas y le falta gancho melódico.

A Perfect Forever (2005) corrige errores del trabajo anterior: tiene mejores melodías y calidad de producción, aunque los riffs de guitarra pueden sonar algo trabados. En general es un álbum más que aceptable.

En Andromeda Unchained (2007) la banda da un salto cualitativo con la entrada de Jacob Hansen, dotado de una voz afilada y espectacular, mezcla de Nils K. Rue (Pagan's Mind) y el mejor James Labrie. Tal vez estimulados por esta incorporación, la banda eleva el nivel compositivo y desarrolla excelentes melodías, así como riffs muy bien compuestos. Seguramente es el mejor álbum del grupo.

The Detached (2009), su último trabajo hasta la fecha, no alcanza el nivel del anterior aun siendo un buen álbum. Pierde algo de fluidez melódica, pero en cambio exhibe una gran interpretación vocal de Jacob Hansen y una buena calidad de producción.

La evolución musical del grupo en cada álbum refleja una voluntad de distinguirse del metal progresivo más convencional, con una propuesta sin excesos técnicos pero con buena calidad de composición y detalles melódicos valiosos.


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La llamada de la bestia...melódica

OMNIUM GATHERUM: su Redshift (2008) fue un esperado soplo de aire fresco en un estilo que ha quedado casi sin referentes tras el declive musical de Children Of Bodom. Su particular sonido semideath melódico y ultraenérgico sigue intacto, y su último álbum mantiene sin problemas el nivel de su excelente antecesor Stuch Here On Snake Way (2007), con joyas auditivas como Nail, Chameleon Skin o The Return.






AMON AMARTH: como Omnium Gatherum, también se esperaba su Twilight Of The Thunder God (2008) dentro del género a caballo entre el death y el metal melódico, si bien la banda suele ser encasillada en el llamado Viking Metal. Es un buen trabajo que recuerda al anterior With Oden On Our Side (2006): un arranque demoledor, con las excepcionales Twilight Of The Thunder God y Free Will Sacrifice, que da paso a una serie de temas menos espectaculares pero que van dando forma al sonido épico y folclórico que caracteriza al grupo.




ENSIFERUM: la banda finlandesa es uno de los estandartes del metal folclórico después de casi diez años y una magnífica discografía. Su cuarto álbum From Affar (2009) sigue la misma pauta sonora de los anteriores, un metal acelerado, evocador e hímnico que nadie desarrolla tan brillantemente como esta banda. Es más de lo mismo...¡pero qué condenadamente bien suena!





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Lanzamientos esperados: 2008 y 2009

PAIN OF SALVATION: después del desconcertante Scarsick (2007), la banda de Daniel Gildenlow prosigue por la vía del eclecticismo abandonando definitivamente el sonido esencialmente progresivo. Su EP Linoleum (2009) aborda caminos más psicodélicos en un tono hard-rockero cercano a los últimos Soundgarden, hasta el punto de que el mismísimo rey de la expresividad suena más a Chris Cornell que a él mismo. Correcta prospección rockera, pero demasiado poco para una de las bandas más geniales de todos los tiempos.





ADAGIO: el nuevo álbum Archangels in Black (2009) estrena vocalista en la figura de Christian Palin, cuyo trabajo vocal está bien resuelto y encaja en el estilo del grupo por su buen registro y actitud heavy metalera. Aunque con menores pretensiones creativas que su anterior Dominate (2006) y sin excesiva brillantez, el trabajo ofrece las dosis esperadas de metal melódico neoclásico, estilo en que se mantiene solvente, y cuenta con el aval de la siempre impecable guitarra de Stephan Forte.






El Immunity Zone (2008) de ANDROMEDA mantiene el nivel del excelente Chimera (2006) pero muestra una evolución hacia un sonido más compacto. El trabajo va de menos a más, ganando solidez después de dos discretos temas iniciales tras los cuales el sonido nos envuelve en una sutil oscuridad sonora que no existía en los anteriores álbums. El guitarrista David Fremberg lidera esta madurez musical de la banda con pasajes solistas mejor administrados y sin los excesos de antaño. El álbum gana en cada escucha...





Tercer trabajo de los suecos CLOUDSCAPE este Global Drama (2008), que no decepciona en absoluto y bajo la batuta vocal de Mike Andersson (tras su buen hacer en Planet Alliance) y los riffs de calidad de Eliasson y Svärd, muestra que la banda está en plena forma musical. El álbum tiene menos puntos álgidos que sus dos predecesores pero, en cambio, es un trabajo más regular y completo, con 12 buenos temas entre los que brilla especialmente el maravilloso Alagoes, en esa característica mezcla de metal progresivo potente y luminoso.






SCAR SYMMETRY: con su trabajo Dark Matter Dimensions (2009) la banda del genial Per Nilsson no consigue hacer olvidar a su anterior vocalista Christian Alvestam. Es un proyecto menor que puede gustar a oídos nuevos pero no engañará a los seguidores habituales del grupo: el discretísimo trabajo vocal y una calidad de producción muy mejorable que empaña la brillante guitarra de Nilsson son las guindas de una composición inútilmente centrada en imitar su propio sonido anterior. Aunque los ingredientes son casi los mismos, el plato no sabe igual. Eso sí, el trabajo servirá de apoyo al grupo para iniciar una nueva gira.




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Drama y misticismo

MINDFLOW basa su singular estilo en el histrionismo vocal de Danilo Herbert y en un ambicioso inconformismo compositivo que intenta esquivar las fórmulas melódicas más convencionales, dentro de un concepto progmetal del que el grupo nunca reniega.

No son grandes virtuosos, lo cual no les impide desarrollar líneas instrumentales sofisticadas. De hecho el sonido del grupo es sofisticado, empezando por el propio Herbert, que casi iguala en expresividad (no tanto en registro vocal) al mismísimo Daniel Gildenlow (Pain Of Salvation), a quien recuerda muchísimo por su timbre de voz. Los riffs de guitarra suenan muy progresivos y a menudo acertados, aunque su sonido es algo raro: poco definido y lejano. Los acompañamientos de teclado dan una valiosa profundidad a las melodías e incrementan la sensación de calidad.

Su primer álbum Just The Two Of Us...Me And Them (2004) está fuertemente influenciado por el sonido preciosista de los Dream Theater de los inicios, aunque en una versión algo más oscura y dramática.

En Mind Over Body (2006) el tono inquietante de las composiciones les acerca a unos Pain Of Salvation, con un sonido muy sofisticado y plagado de cambios de ritmo. Esto junto con la sobreactuación vocal de un Herbert omnipresente puede resultar algo cargante y hace al álbum menos accesible que el anterior, aunque es la base del sonido enigmático de la banda.

El último trabajo, Destructive Device (2008), denota un cierto cambio de enfoque compositivo: las líneas melódicas son menos sofisticadas y trabajan en favor del concepto global de los temas, más que del lucimiento vocal. Desde un mayor simplicismo, las melodías cautivan por sí solas y la construcción de los temas es natural y lógica. La sensación es de un álbum maduro, posiblemente el mejor del grupo.

Apoyándose en dos grandes pilares de la "biblia progresiva", Dream Theater y Pain Of Salvation, MINDFLOW ha desarrollado su particular estilo musical: enigmático, místico y dramático. Recomendable al máximo.


LO MEJOR: la profundidad vocal de Herbert
UN TEMA: Not Free Enough


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