lunes, 6 de diciembre de 2010

Luz y tragedia


Impetuosos y salvajes, INTO ETERNITY son al mismo tiempo una banda con extraordinaria habilidad melódica.

Igual que bandas como Scar Symmetry, Tracedawn, Vintersörg o los precursores Soilwork, los canadienses combinan voces death con voces limpias para potenciar el contraste entre contundencia y melodía, si bien se diferencian en el tipo de voces limpias, agudas y de alto registro.

Y es difícil encontrar en el metal actual una banda capaz de fusionar acertadamente la ferocidad metalera con la inspiración melódica, y hacerlo además con buenas dosis de virtuosismo. Ellos lo consiguen.

Tras su primer intento autoproducido, Into Eternity (2000), la verdadera andadura del grupo empieza en Dead Or Dreaming (2002) (**), un buen album aún con predominante componente melódico y una intensidad metalera bastante moderada comparada con la de los álbums posteriores.

Buried In Oblivion (2004) (***) representa el primer trabajo verdaderamente potente, con aproximaciones al death pero también soberbias melodías y una destacable calidad vocal.

En The Scattering Of Ashes (2006) (**) se incorpora el vocalista Stu Block, capaz del aullido más desgarrado como del vibrato más cristalino. Junto a él, aumenta la tecnicidad instrumental y los excesos metaleros, combinando con estribillos supermelódicos que incluso pueden llegar a sonar demasiado accesibles.

The Incurable Tragedy (2008) (***) es posiblemente la culminación de la banda, un auténtico desgarro melódico con deslumbrante virtuosismo instrumental y vocal (los vibratos de Stu Block harían estremecer al mismísimo Rob Halford). Los habituales interludios acústicos intensifican el dramatismo melódico de las composiciones, dando paso a una tormenta de feroces riffs.

En los tiempos actuales del metal, hay que valorar especialmente a bandas como INTO ETERNITY porque aportan algo más que simple guitarreo monótono y sin sentido, y contribuyen a la evolución del género.

Que siga la fiesta...


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*** Muy Bueno ** Bueno * Interesante E Escuchable F Flojo

Tres decepciones

Vaya por delante que lo que hace PAIN OF SALVATION, suele hacerlo bien. El último trabajo Road Salt One (2010) es un ejemplo de ello para quien guste del sonido rock setentero con buenas dosis blues y jazz. El álbum trata de plasmar distintas influencias musicales bajo el característico tono melancólico-enigmático de la banda, con la siempre ecléctica actuación vocal del alma del grupo, Daniel Gildenlow. Los temas rondan en una atmósfera tranquila donde destaca especialmente la buenísima Curiosity. No obstante, para los que admiramos con devoción su etapa progmetal anterior, este trabajo no hace sinó confirmar el cambio de dirección apuntado en sus precedentes Lineoleum (2009) y Scarsick (2007). Inveitablemente, se echan de menos los viejos Pain Of Salvation.




No es realmente una decepción el lanzamiento del genial Arjen A. Lucassen en 2009, bajo el proyecto GUILT MACHINE, llamado On This Perfect Day (2009). No se trata de calcar el sonido de sus otros proyectos-banda más exitosos, Ayreon y Star One, pero sí es cierto que el trabajo promete más de lo que da. Con una producción como siempre bien cuidada, el álbum tiene una cadencia reposada, casi ambiental, aunque se turnan pasajes acústicos con riffs guitarreros más contundentes en esos característicos "in crescendos" que da Lucassen a sus composiciones. Detalles logrados como la melodía instrumental de Perfection?, pero al final, además de una cierta monotonía musical, queda una sensación de que le falta "algo" para ser un gran álbum.






Después de tanto tiempo sin grabar en solitario, tenía mucha curiosidad por ver cómo sería la continuación de los dos álbums instrumentales que el semidesconocido BORISLAV MITIC sacó a finales de los 90. El virtuoso guitarrista se destacó en el metal neoclásico instrumental, con influencias de los Becker, Malmsteen y compañía, aunque su buen gusto y variedad de técnicas le granjearon una cierta relevancia entre los fans del género. Después de casi una década, The Absolute (2009) significa una regresión al pasado aunque sin aportar nada nuevo o diferente. Técnicamente, Mitic se muestra cualificado pero muy estancado en sus fraseos y demasiado reiterativo. Aun siendo fiel a su sonido, el álbum queda demasiado desfasado incluso para un género con poca evolución, como el del metal neoclásico.




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*** Muy Bueno ** Bueno * Interesante E Escuchable F Flojo