martes, 26 de agosto de 2008

En su mejor versión


VANDEN PLAS iniciaron su andadura musical con fuertes influencias del heavy metal melódico procedente de los 80, igual que otras bandas pioneras de la época como Fates Warning o Queensryche. Hoy en día ya se les considera como uno de los decanos del metal progresivo melódico, de la misma generación que los Dream Theater, Sieges Even o los propios Fates Warning, y detrás de los padres del género, los incombustibles Rush.

Pero a diferencia de sus contemporáneos, Vanden Plas han evolucionado hacia la mayor pureza de su sonido, hasta el punto de que hoy suenan más progresivos que la mayoría de aquéllos. Además, han perfeccionado su estilo en cada álbum, algo que se manifiesta claramente en su último trabajo Christ O (2006) (***), el más redondo e inspirado de su carrera por no decir el mejor. Se nota que cuidan la calidad de sonido, y los pasajes de guitarra están llenos de buen gusto sin llegar a excesivos alardes de tecnicidad. Prácticamente todos los temas tienen reclamos que invitan a volverlos a escuchar, y en especial la voz de Andy Kuntz suena infinitamente mejor que en los inicios, curiosamente al contrario de lo que sucede con otros vocalistas como James Labrie. Grandes estribillos, acertados solos, buenos riffs que no suenan rudos y un sonido refinado. Y sobretodo, inspiración melódica.

Es de suponer (y de esperar) que en breve vuelvan a los estudios de grabación a por su siguiente trabajo. Después de las reediciones de sus primeros álbums, y de proyectos en solitario como el de Kuntz, Abydos (2004) (E), en una línea más suave y accesible para el lucimiento vocal, su último trabajo supera las expectativas de quienes esperaban una buena continuación de Beyond Daylight (2002) (*). Aquel álbum, igual que el anterior Far Off Grace (1999/2002) (*), tiene buenos desarrollos pero estribillos con poco gancho melódico. Pero eso es algo que ya parece superado...

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viernes, 1 de agosto de 2008

Nubes y claros II

El sonido de WASTEFALL puede resultar demasiado duro para puristas del rock progresivo pero posiblemente demasiado templado y discontinuo para aficionados al power metal. Riffs simples aunque muy sonoros, ritmos de batería inquietos y acertadas intermediaciones acústicas son algunos de los rasgos del grupo...pero todo queda eclipsado por la hiperactividad vocal de su cantante, Domenic Papaemmanouil. Sin ser un virtuoso de gran registro, este vocalista imperfecto tiene una voz vigorosa y potente, y sobretodo una sorprendente capacidad expresiva; aun a riesgo de hiperactuar vocalmente, la mayoría de veces consigue potenciar la intensidad de las canciones. Y es que algunos momentos musicales del grupo son verdaderamente interesantes por su elevada intensidad, a veces aderezados con pinceladas semi-folclóricas y tonos dramáticos. Por contra, la calidad de producción no sobresale, y la ejecución instrumental es simplemente correcta, con un nivel técnico bastante llano en general.

De sus tres trabajos vale especialmente la pena escuchar el segundo, Soulrain 21 (2004) (*), que es sin duda el más inspirado melódicamente. Self Exile (2006) (E) tiene contundencia sonora pero mucho menos gancho, y Fallen Stars And Rising Cars (2003) (F), su álbum debut, es difícil de valorar compositivamente por su precaria calidad de producción.

En definitiva, la propuesta musical es recomendable porque tiene unos cuantos pasajes melódicos geniales, para escuchar la fuerte personalidad musical de su vocalista e incluso porque se puede ajustar al gusto de los que huyen de tendencias demasiado progresivas pero tampoco les gusta el heavy convencional.

En todo caso, la discografía de Wastefall tiene tantos puntos fuertes como débiles , suficiente para afirmar que es una banda de "nubes y claros".

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El arte de lo instrumental

Los autores de música estrictamente instrumental no son algo muy habitual en el rock. En otros estilos como jazz o fusion se aprecian mucho más porque se valoran los componentes "tecnicidad" e "improvisación". En el heavy metal lo instrumental siempre tuvo su importancia, y prueba de ello es el tradicional protagonismo de los solos de guitarra y de sus riffs; de hecho, en los 80 algunos guitarristas virtuosos quisieron dar mayor dimensión al papel de la guitarra y popularizaron los discos instrumentales (Satriani, Vai, Eric Johnson, etc.). Hoy en día hay muchísimos músicos desconocidos para el gran público, incluso para los aficionados a estilos minoritarios, con grandes habilidades técnicas y aptitudes creativas. Algunos se lanzan con proyectos en solitario y otros deciden compartir su concepto dentro de una banda. Aquí van unas cuantas sugerencias interesantes:


THE MAGIC ELF
Este trío de experimentados músicos propone una receta de rock/metal instrumental con numerosas incursiones en otros estilos (funk, jazz, blues, country, etc.) bien dirigida por la guitarra de Carl Roa. En efecto, el proyecto está muy orientado a la guitarra pero bien ejecutado por todo el grupo, especialmente en su segundo trabajo Heavy Meddle (2004) (*). En el anterior Elf Tales (1998) (E), la calidad de sonido deja bastante que desear y el sonido del grupo está menos definido. Se trata de un proyecto con influencias de algunos grandes guitarristas metaleros como Andy Timmons, John Petrucci, Jeff Kollman o Marty Friedman, de cuyo estilo bebe sin duda Roa, para desplegar interesantes fraseos con tonos jazzeros y riffs muy rockeros. Proyecto interesante y variado musicalmente, dentro de un concepto de metal suave.


POWERGLOVE
Powerglove se autodenominan una banda de "video game metal" , pues llevan su pasión por los videojuegos más allá incluso que otros "locos" de la temática como Horse The Band. Ya no es que los videojuegos formen parte de su imagen, sinó que hasta adaptan célebres melodías de Nintendo y cía. ejecutándolas a gran velocidad y bajo potentes bases metaleras. La guitarra es protagonista indiscutible, desarrolla las melodías y despliega meritorios solos de alto nivel técnico en los dedos de sus dos guitarristas. Su primer trabajo oficial es Metal Kombat For The Mortal Man (2007) (**), compuesto por temas amenos que suenan muy heavy, con buena calidad de producción y un sonido muy directo que está en la línea de unos Dragonforce instrumentales. Aparte de lo musical, vale la pena descubrir este grupo por toda la parafernalia "videojueguera" que lo envuelve...



DYSRHYTHMIA
Es un proyecto instrumental difícilmente clasificable musicalmente. La aventura está formada por tres exploradores musicales: guitarra, bajo y batería compiten por el protagonismo con constantes ejercicios de aparente improvisación, y en los que por momentos parece no existir pauta melódica, de donde van fluyendo incontables riffs algunos de los cuales tienen verdadero gancho. Su sonido es ecléctico e imprevisible, flirtean con géneros diversos como surf, punk, rock psicodélico, etc. siempre bajo un potente influjo rockero. A ratos suenan hipnóticos, y poseen una incontenible inquietud creativa que puede llegar a desconcertar...nada que no se pueda solucionar después de unas cuantas escuchas de sus álbums. Tienen cuatro de larga duración, su debut Contradiction (2000) (**) y No Interference (2001) (**) suenan más potentes y con riffs más definidos que rayan el heavy; Pretest (2003) (*) y Barriers And Passages (2006) (*) son más psicodélicos e hipnóticos, y cuestan de digerir si no se conoce la música del grupo. Aun pasando por el estudio de grabación, la música de Dysrhythmia posee ese aire auténtico de la música en directo...


BLOTTED SCIENCE
Se podrían definir como una especie de "thrash progresivo instrumental", aunque algunos tal vez les quieran encasillar en el llamado "technical death metal". Clasificaciones aparte, el caso es que sus riffs demoledores suenan más al siglo XXI que a los añorados años 80, época dorada del thrash metal. Se trata de una tormenta de descargas rítmicas salvajes, dirigidas por los aplastantes riffs de guitarra a lo Pantera o Nevermore, de Ron Jarzombek. Este experimentado guitarrista de metal, dirige la fiesta con un virtuosismo desbordante, pero batería y bajo no se quedan atrás en exhibiciones técnicas. El nivel de dificultad técnica está también en la coordinación de los tres instrumentos en muchos pasajes rítmicamente imposibles...Su único álbum oficial es The Machinations Of Dementia (2007) (*), que posee momentos brillantes y donde la complejidad de la estructura de los temas hace que parezcan fundirse en un solo y largo tema instrumental. No es un proyecto para cualquier oído, incluso no tiene por qué serlo para los aficionados al sonido más metalero a pesar de sus tonos terroríficos, ya que el concepto va mucho más allá de un puñado de riffs eléctricos.




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