Desde hace un cierto tiempo, se viene utilizando muy a menudo el término "Progressive Rock", y sobretodo "Progressive Metal" cuando no se sabe cómo clasificar un estilo de música. El concepto, en líneas generales, es el de un género musical que pretende ser innovador y con pocos prejuicios musicales. Pero al margen de eso, también tiene sus propios rasgos.
Ya a principios de los 90 proliferaron bandas musicales que pretendían romper con los clichés del sonido rock, y en especial del sonido metal (entonces se solía llamar heavy metal). Los Faith No More, Red Hot Chili Peppers, Living Colour, Mr Bungle, etc. alumbraron una generación, en su momento se llamada fusion (no confundamos con el subgénero jazz), que quiso revolucionar lo establecido y marcar un punto de inflexión en la etapa heavy ochentera.
Por lo tanto, siempre ha habido la voluntad de ser vanguardista o experimental dentro del rock. En el rock progresivo también existe esa voluntad, pero sin romper con las raíces de su música. Las propuestas musicales no sean tan lineales, no vienen marcadas por las pautas de la música convencional. En el rock progresivo no existe un patrón rítmico definido y las melodías fluyen con libertad; el desarrollo de los temas no es homogéneo y toma el tiempo que sea necesario. En el fondo, subyace la idea de crear un contexto que permita liberar la creatividad melódica.
Pero es innegable que el rock progresivo bebe de unas fuentes musicales determinadas.
En sus inicios, el Metal Progresivo se podía definir como la mezcla actualizada de dos subgéneros del rock como el Heavy Metal y el Rock Sinfónico, es decir, el hijo pródigo de Iron Maiden y Pink Floyd...
También hay quienes diferencian Progressive Metal y Progressive Rock, normalmente en función de su proximidad o lejanía al sonido Heavy Metal. En el caso del Prog Rock, se suele ser más genérico y a menudo se incluyen propuestas musicales psicodélicas, eclécticas y experimentales. El denominador común en ambos podría perfectamente responder a rasgos como el especial protagonismo de la faceta instrumental, los temas conceptuales y largos, la voluntad experimental, el elevado tecnicismo musical y, sobretodo, la gran riqueza de ambientes y melodías que se suceden. Pero pueden haber más.
El caso es que el Prog Metal no empezó y acabó con los Dream Theater, como algunos creen, aunque es cierto que ellos contribuyeron significativamente a darle forma...
miércoles, 9 de abril de 2008
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